

Los jugadores fueron obligados a estar seis horas firmes frente al Palacio de la Cultura Popular, de Pyongyang, porque según el Jefe de Estado norcoreano "Traicionaron la confianza del Querido Líder, tras la deshonrosa participación en Sudáfrica".
Sólo dos jugadores evitaron la humillación. Jong Tae-se, delantero, quien lloró desconsoladamente en el partido inaugural mientras sonaba el himno nacional de Corea del Norte; y An Yong-hak, que viajó a directamente Japón, tras la eliminación del Mundial.
Sólo dos jugadores evitaron la humillación. Jong Tae-se, delantero, quien lloró desconsoladamente en el partido inaugural mientras sonaba el himno nacional de Corea del Norte; y An Yong-hak, que viajó a directamente Japón, tras la eliminación del Mundial.
El técnico, Kim Jeong Hoon, fue obligado a realizar trabajos forzados.
La FIFA aseguró que no tiene ningún "caso pendiente" relacionado con Corea del Norte
Fuente: Radio Free Asia
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