martes, 3 de agosto de 2010

CRIMEN Y CASTIGO

No es el libro del maestro Dostoievsky. Es la infamia del dictador. Corea del Norte fue eliminada del Mundial de Sudáfrica 2010, en primera ronda, sin conseguir un punto ni marcar un gol. Motivo suficiente para que el Presidente de ese país, Kim Jong-Il, decidiera castigar a los integrantes del seleccionado de su país.

Los jugadores fueron obligados a estar seis horas firmes frente al Palacio de la Cultura Popular, de Pyongyang, porque según el Jefe de Estado norcoreano "Traicionaron la confianza del Querido Líder, tras la deshonrosa participación en Sudáfrica".

Sólo dos jugadores evitaron la humillación. Jong Tae-se, delantero, quien lloró desconsoladamente en el partido inaugural mientras sonaba el himno nacional de Corea del Norte; y An Yong-hak, que viajó a directamente Japón, tras la eliminación del Mundial.

El técnico, Kim Jeong Hoon, fue obligado a realizar trabajos forzados.

El jugador de fútbol de Corea del Norte, Jong Tae-se

La FIFA aseguró que no tiene ningún "caso pendiente" relacionado con Corea del Norte

No hay comentarios: