El tubo de ensayo con sangre rosa, de una beba china prematura, fue comparado con una muestra de sangre normal. Sucedió en el Hospital de Niños de Hubei, China. La beba fue examinada a los siete días de haber nacido y se encontraba en buenas condiciones. Veinte días después, su salud se modificó. Aparecieron los primeros malestares. En Hubei, los nuevos análisis confirmaron que la pequeña padece hiperlipidemias, infección pulmonar, anemia y retinopatía.
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